La falta de un instituto de formación de investigadores en la policía y un presupuesto e insumos insuficientes para cada caso penal ha derivado en un mercantilismo judicial donde el policía investigador ignora los elementos básicos de la indagación y promueve el pedido de dinero a los denunciantes para que el proceso avance.
Si bien existen buenos investigadores en las divisiones policiales, la gran mayoría presenta deficiencias y carece de especialización y principios éticos, lo que genera “procesos deformados”, y los jueces y fiscales trabajan con esa información, según denuncian víctimas, abogados y expertos en el tema a ANF. Como contraparte, desde el organismo encargado de la investigación y prevención de delitos, la FELCC (Fuerza anticrimen), aseguran que no se pide dinero a los denunciantes y que la capacitación de sus funcionarios es constante.
Muchos son los ejemplos de la deficiente formación del talento humano policial como el ocurrido con Reynaldo Rodríguez, que fue sentenciado a 30 años de cárcel por feminicidio. La policía buscó al responsable de este crimen en Facebook mediante un identikit -ni siquiera una foto real- y determinó que Reynaldo es el culpable. Estuvo dos años preso.
Por lo general en las investigaciones no hay indicios, solo suposiciones, afirma Andrés Gautier, del Instituto contra la Tortura (ITEI), sin embargo, los investigadores junto al Fiscal lo plantean como indicios. Da como ejemplo que el caso Jhiery Fernández fue una construcción de suposiciones. “La filosofía es encontrar culpables, no importa si son inocentes”.