En una sesión extraordinaria en la Organización de Estados Americanos (OEA) para tratar el tema de lo que acontece en Perú, el embajador de Bolivia ante la OEA, Hector Arce, condenó la constante conspiración que hubo hacia el gobierno de Pedro Castillo en el vecino país, pero también rechazó el quiebre constitucional que pretendía esta autoridad que fue destituida del cargo en horas de la tarde de esta jornada.
La OEA abordó la tarde de hoy la situación que atraviesa Perú en esta jornada, luego de que el ahora expresidente Pedro Castillo diera un golpe de Estado con la disolución del Congreso y dictar “estado de excepción”. En ese escenario, Castillo fue destituido por la mayoría del Congreso peruano y seguidamente detenido por las autoridades judiciales por el intento de golpe de Estado.
Arce, en su intervención en la sesión de la OEA, describió dos escenarios sobre este tema: el primero el ataque a un gobierno popular, como el de Castillo; y en un segundo punto, rechazó el intento de ruptura constitucional.
“Un primer tema que no podemos negar, ha sido la constante conspiración y el constante rechazo a un gobierno de extracción popular, no es la primera vez, y esperemos que sea la última, en la que un gobierno popular, un gobierno indígena, un gobierno extraído de los sectores más sanos de la nacionalidad de un país, es profundamente rechazado por el orden político, por el orden establecido y se busca su constante derrocamiento”, manifestó Arce.
Dijo que hubo una situación constante de intentos de desestabilización al gobierno de Castillo y pidió que esa situación no se repita más.
Arce mencionó una segunda lección de esta situación y remarcó que Bolivia rechaza cualquier intento de quiebre constitucional.
“Pero una segunda lección también importante y fundamental, nada, absolutamente nada justifica un quiebre constitucional, la interrupción de un orden constitucional, de un orden democrático, del estado de derecho, de la institucionalidad republicana, no se puede justificar bajo ninguna circunstancia. Y lo que hemos vivido hoy ha sido no más un acto contrario a la democracia y contrario al derecho. Si bien es rechazable y condenable cualquier ataque a un gobierno popular, también es rechazable e inaceptable cualquier intento de quebrar el orden constitucional”, arguyó el embajador.
Llamó al diálogo y a la paz y a que, en el marco de la autodeterminación y soberanía, las autoridades del Perú busquen una salida pacífica y tranquila.
La autoridad lamentó que no haya resultado la intervención del grupo de alto nivel formado por el concejo permanente de la OEA.