Muralla es una de las secciones de castigo del penal San Pedro de La Paz donde las autoridades carcelarias aplican correctivos similares a los usados en la Edad Media, pese a que al menos media docena de leyes nacionales e internacionales condenan este tipo de tratos y prohíben la tortura.
Espacios reducidos, inmundos, húmedos y fríos son usados para encerrar a los privados de libertad con problemas de violencia, con faltas disciplinarias, alcoholismo, drogadicción, a quienes protestan por los abusos que cometen los delegados y disciplinas (internos encargados de la seguridad), y a quienes, al interior de la cárcel, les “siembran” delitos con fines extorsivos o por represalias.
Nadeshda Guevara, exdirectora del Servicio Para la Prevención de la Tortura (Sepret), que presentó un informe preocupante sobre la situación de los derechos humanos en las cárceles en 2021, aseveró que los lugares de castigo de los centros carcelarios se activaron, pese a que en noviembre de 2021 el Director de Régimen Penitenciario, Juan Carlos Limpias, señaló que determinó cerrar estos lugares de forma inmediata.
ANF le invita a leer esta nueva entrega que muestra la situación de los derechos humanos en un lugar de castigo del penal de San Pedro de La Paz, que también es el reflejo de lo que ocurre en otras cárceles del país.