El deber de acatar estrictamente la provisión de las asignaciones familiares, por el empleador, permitirá la materialización del derecho a la seguridad social de la madre y del recién nacido, que se concreta en los derechos a la vida y a la salud. Lo contrario, implicaría vulnerar el contenido esencial de ambos derechos, sea destruyendo o debilitándolos, por la falta de provisión oportuna de asignaciones familiares, que por ley se encuentran previstas y como se dijo son de cumplimiento obligatorio para el empleador, dada la finalidad de los mismos…
En consideración al interés superior y la necesidad de precautelar la vida del niño y niña el empleador - sea del sector público o privado- está en la obligación de efectivizar las prestaciones consistentes en las asignaciones familiares; es decir, subsidios prenatal, de natalidad y de lactancia, en favor del menor independientemente de que se haya producido la extinción del vínculo laboral de la madre o padre trabajador o servidor público.