La reforma judicial en Bolivia responde a una agenda que manejan los jueces, pero también los políticos. Estos, según el presidente del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), Ricardo Torres, “tienen otros intereses, legítimos obviamente (…)” que están alejados de la institucionalidad del Órgano Judicial.
Torres concedió a CORREO DEL SUR una entrevista en la que sostiene que hay un compromiso en los operadores para mejorar el sistema de administración de la justicia. “No lo mediatizamos, no buscamos a los medios para que estos temas estén en los titulares de los medios de comunicación y, por eso tal vez no se distingue, no se nota las transformaciones en el Órgano Judicial”, reafirma.
Destaca algunos avances en el marco de esta reforma, entre ellos, la refuncionalización de juzgados, la compra de alrededor de 40 cámaras Gessel para los asientos judiciales no solo de capitales sino también de ciudades intermedias, la creación de 42 juzgados y 162 ítems para personal de apoyo jurisdiccional. También la creación de ítems en Derechos Reales y plataformas de los tribunales departamentales de justicia con la intención de mejorar el servicio a la ciudadanía.
“Hay diferencias cualitativas en relación a lo que hace el Órgano Judicial y a lo que hacen o dicen los políticos”, compara.
“OTROS INTERESES”
Torres dice que la reforma judicial también tiene un componente político que responde a una agenda que manejan los actores políticos y en la cual no está el Órgano Judicial. “Obedece a otros fines, a otros intereses, legítimos obviamente, para los actores políticos, pero lejana a la institucionalidad del Órgano Judicial”, manifiesta.
“Por eso el tema de la reforma judicial se enciende cuando los políticos la encienden por diferentes razones; no precisamente por buscar la reforma, puede ser que existan otros intereses por detrás de encender y darle otra tonalidad en determinado momento, pero hay otros momentos en el que también mantienen un perfil bajo respecto al tema”, agrega.
Explica que el Órgano Judicial maneja una agenda institucional, relacionada con el trabajo netamente jurisdiccional.
“Cuando vemos la necesidad de contar con más jueces, refuncionalizamos juzgados; los actores políticos, cuando ven que el país tiene necesidad de contar con más jueces, no nos otorgan ni presupuesto ni nos otorgan jueces, solamente discursos”, enfatiza.
Sin embargo, afirma que tal vez los más indicados para discutir las reformas son los funcionarios del Órgano Judicial y, en ese ámbito, están generando espacios para debatir y elaborar propuestas sobre el tema.
¿Por qué el Órgano Judicial no asume la conducción de la reforma judicial? Torres responde que la reforma no tiene un “título de propiedad”. El Órgano Judicial hace lo que le corresponde y no puede impedir las iniciativas legislativas, de ciudadanos, actores políticos y órganos del Estado, en el marco de la libertad de expresión.
RECLAMO
El presidente del TSJ reclamó para el Órgano Judicial la necesidad de discutir la reforma judicial entre autoridades y funcionarios al ser “los más indicados”.