El enfoque interseccional es una herramienta analítica que reconoce que las desigualdades sociales se generan a partir de la interacción de múltiples factores, como el género, la etnia, la clase social, la edad, la discapacidad o la sexualidad.
Este enfoque propone que para prevenir la desigualdad de género, no se puede trabajar de manera aislada, sino que se debe considerar la discriminación y marginación que sufren otros grupos.
El objetivo del enfoque interseccional es descubrir similitudes y diferencias significativas para superar las discriminaciones y establecer las condiciones para que todas las personas puedan disfrutar sus derechos humanos.
Algunos ejemplos de cómo se puede aplicar el enfoque interseccional son:
- En proyectos de conservación, se pueden aplicar acciones para superar barreras sociales, políticas, económicas y ambientales.
- En seguridad, las personas pueden comprender las perspectivas de los demás para apoyarse mutuamente y evitar poner a otros en peligro.
Debida diligencia en el contexto de la violencia de género según el bloque de constitucionalidad