El fin de semana, en Potosí, se detuvo a tres ciudadanos extranjeros, quienes inicialmente fueron sindicados por trasladar, sin documento alguno, a un niño de 12 años hasta Chile con el fin de, presuntamente, comercializar sus órganos. Migración y la Policía Boliviana investigan si el caso está relacionado a la organización criminal venezolana Tren de Aragua, cuya presencia en Bolivia fue alertada la pasada semana por autoridades chilenas.
Un operativo dirigido por funcionarios de Migración en la terminal interdepartamental de Potosí, el 29 de septiembre, concluyó con la captura de dos venezolanos y un colombiano que llevaban al menor hacia Chile sin contar con ningún permiso o registro de parentesco. Inicialmente, desde la entidad se informó que se trataba de la aprehensión de miembros de la organización criminal internacional, Tren de Aragua, incluso se describió cuál sería su modus operandi, pero luego se “aclaró” que el caso está aún bajo investigación y no se tiene la confirmación del dato.
El director de Migración Potosí, coronel Juan Carlos Olguín, pidió a la población denunciar cualquier caso sospechoso similar. Por su lado, el director departamental de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc), Juan Carlos Morales, informó que el niño venezolano y los sospechosos ingresaron desde Perú, primero a La Paz y aparentemente su destino final era Chile.
Detalló que en un primer momento se aprehendió a cuatro extranjeros, uno de ellos de nacionalidad colombiana, fue liberado, debido a que no tendría relación con el hecho. Los otros tres, de nacionalidad venezolana, uno de ellos con tatuajes en el cuerpo, fueron enviados a la cárcel, mientras se concluye con la investigación.
Morales no quiso brindar detalles, pero señaló que en las siguientes horas se espera contactar con la madre del niño para coordinar la repatriación del mismo.
El Tren de Aragua es un clan criminal venezolano que se dedica al tráfico de personas y el narcotráfico. De acuerdo con la información de la Policía de Venezuela, este grupo se dedica al secuestro de menores de edad para luego llevarlos a otros países, donde son sometidos a operaciones de extracción de órganos y desechar los cuerpos en basurales. En el caso de las mujeres, la mayoría venezolanas, éstas son raptadas y explotadas sexualmente, pero también se extorsiona a sus parejas para que trafiquen droga en Venezuela, Brasil, Colombia, Perú, Chile y ahora Bolivia. El cabecilla del grupo fue identificado como Héctor “Niño” Guerrero.
Olguín señaló que se sospecha que la banda criminal usa rutas clandestinas de Potosí para trasladar a menores hacia Chile. La pasada semana, el alcalde de Colchane, Javier García Choque, declaró al matutino orureño La Patria, que en Chile se maneja la información sobre la presencia de ese cartel criminal en la frontera de ese país con Bolivia, concretamente en el municipio orureño, Pisiga.
Se ha detectado grafitis relacionados con el Tren de Aragua en espacios públicos y paredes de viviendas en la comuna de Colchane, cita el medio impreso, lo que sugiere una presencia activa del grupo criminal en la región fronteriza. Además, el alcalde destacó que en febrero se produjo un asesinato violento a tan solo 600 metros de la comisaría de Colchane, subrayando la gravedad de la situación.
El alcalde de Colchane emitió las declaraciones luego de conocer el rescate de una veintena de personas, el pasado 28 de septiembre, quienes se encontraban en una casa de Pisiga a punto de partir con rumbo a Chile, la mayoría de nacionalidad venezolana.
El operativo fue activado por el Ministerio Público de Chile en coordinación con el personal del Centro Especial de Investigación Policial (CEIP), el departamento de Análisis Criminal e Inteligencia (DACI) y la unidad de Delta de la Policía Boliviana.