Ejecutivos de los maestros urbanos de oriente, occidente y los valles fueron tapiados esta tarde, medida que se suma a la crucifixión de otros 10 educadores en protesta para que el Gobierno ofrezca soluciones a las demandas del magisterio urbano.
Los maestros comenzaron a protestar desde el 8 de febrero con cinco principales demandas: suspender la aplicación de los nuevos contenidos del currículo educativo, más ítems de nueva creación, mayor presupuesto para la educación, resolver el déficit histórico y un congreso de la educación.
En repuesta, el Ministerio de Educación se comprometió a apoyar el congreso de la educación y ofreció creación de nuevos ítems de forma progresiva, al igual que el déficit histórico, pero rechazó suspender la aplicación de los nuevos contenidos.
El magisterio urbano rechazó las 8 mil horas que propuso el Gobierno, porque que el déficit alcanza a las 700 mil horas.
Pese a estar casi tres meses con protestas sostenidas, el sector no consiguió serios avances en sus demandas y por eso esta mañana 10 profesores decidieron crucificarse.
Esta tarde, Patricio Molina, ejecutivo de la Confederación de Trabajadores de Educación Urbana de Bolivia (CTEUB) y representante de los valles junto a Wilfredo Ajllahuanca, ejecutivo del occidente, y Ludbin Salazar, ejecutivo del oriente, ingresaron al tapiado.
“Tapiado de los tres ejecutivos Nacionales del Magisterio Urbano Nacional, una huelga seca y dura por mayor cantidad de ítems, por mayores horas para cubrir el déficit histórico, por un mayor presupuesto para las Unidades Educativas… En contra de la improvisación en la educación y de la malla curricular… No más mentiras y plagios”, indica la página de Facebook de la CETUB.